La reforma de un piso implica una revisión integral y transformadora del espacio habitable. Comienza con una fase de diseño y planificación en la que se colabora estrechamente con diseñadores de interiores o arquitectos. Durante esta etapa, se desarrollan planos detallados que sirven como guía para el proyecto.
El proceso continúa con la demolición y retirada de materiales antiguos, abarcando revestimientos de suelos y paredes. Pueden llevarse a cabo modificaciones estructurales para adaptar la distribución del espacio a las necesidades del propietario, y se realizan trabajos de refuerzo si es necesario.
Las instalaciones eléctricas y de fontanería se actualizan o renuevan por completo para garantizar un funcionamiento eficiente y seguro. Se presta atención al aislamiento térmico y acústico para mejorar la comodidad del hogar.
La renovación de suelos y revestimientos, junto con la instalación de nuevas puertas y ventanas, transforma la apariencia y la funcionalidad del piso. Se aborda la cocina y el baño con reformas completas, actualizando los espacios de acuerdo con las tendencias modernas y las necesidades del propietario.
La carpintería desempeña un papel crucial, con la instalación de armarios empotrados y otros elementos personalizados. La fase de pintura y acabados brinda la oportunidad de agregar toques decorativos, y se presta especial atención a la iluminación y la instalación de accesorios para crear ambientes atractivos.
La elección y disposición del mobiliario, junto con la decoración final, completan la transformación del piso. En resumen, una reforma de piso abarca desde la concepción y diseño hasta la implementación detallada, creando un espacio renovado y adaptado a las preferencias y necesidades del propietario.
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